lunes, 7 de noviembre de 2011

Subida@Sa Rateta


Ayer con todo el mal tiempo que hacia (la foto no es de aquel día), nos dió por vivir una aventurilla, con algo de riesgo (de costiparnos) debido a la climatología y nos fuimos a subir Sa Rateta (1113m).

Nada mas empezar nos cayó el diluvio universal, que junto a un viento muy exagerado nos hacia avanzar prácticamente de lado para evitar las gotas en la cara, que dolían mucho! El camino estaba totalmente anegado pero íbamos bien equipados, así que eso no era ningún problema...por ahora.

Llegamos a la caseta de la presa y la superamos, bajando hacia el torrente d'Aumadrà, que corría fuerte gracias a las copiosas lluvias, la sensación de hacer una excursión escuchando agua fluir por la montaña es única, algo mágico, teniendo en cuenta que todos las pequeñas grietas, pliegues y saltos de las montañas colindantes, rebosaban agua, que caía a tope con un estruendo muy especial. Seguimos bajando y la cosa se complica, ahora ha parado un poco el vendaval pero llueve con intensidad, el camino es en descenso y se está convirtiendo en un perfecto arroyo para el agua que está cayendo, ya no hay sitios por donde evitar el agua y en ciertos lugares nos llega por los tobillos...pero seguimos, hemos venido a esto precisamente!

Llegamos al torrente y lo cruzamos al lado de una higuera "bord" que está apoyada en un tubo que pasa de lado a lado del torrente y por donde nosotros, a lo equilibrista, pasamos de una orilla a la otra sin mojarnos (más). Durante este lance se vive algún momento de incertidumbre, ya que Mathias no parece muy acostumbrado a este tipo de malabares con su cuerpo, pero finalmente lo supera sin problemas y seguimos ahora ascendiendo al lado del río, por encima de los tubos de agua, hasta que encontramos una linea clara de fitas a nuestra derecha, que empezamos a seguir. En ese momento las nubes bajaron y empezó un poco a ser como ir con los ojos vendados, pues no había referencias mas allá de 5m en todas las direcciones, lo que nos dificultó bastante la orientación. Gracias a algunos recuerdos de la primera vez que fui, vamos en dirección correcta y encontramos el camino empedrado, ya hemos superado el trozo mas difícil en cuanto a la orientación...por ahora.

En el camino empedrado todo se vuelve mas fácil, al solo tener que seguirlo intento recordar los lugares que nos faltan por recorrer todavía hasta llegar a la cima, ahora que el tiempo nos da una tregua y puedo concentrarme un poco mas en recordar...aunque al final tampoco sirvió de mucho ya que unos minutos mas tarde se volvió a tapar, esta vez de manera mas intensa, la niebla no nos dejaba ver mas allá del siguiente paso y era muy complicado saber hacia donde iba uno, así que empezamos a avanzar con cautela, guiados un poco por mi instinto y un mucho por la suerte.
Al final tomamos las decisiones adecuadas, el tiempo empeoraba pero allí estábamos nosotros, a unos 100m de la cima, el tiempo se cebó definitivamente. Desde luego ya íbamos empapados hacia un buen rato, se nos había metido agua entre las juntas de la ropa -parecemos novatos- pensé para mis adentros, pero seguimos adelante, o bueno, mejor dicho, de lado, ya que la idea de ir en dirección contraria al sentido en que el viento empujaba las gotas de agua, era totalmente inconcebible, nos habíamos dejado las gafas de bucear en el coche y aquello era el diluvio universal. De cualquier forma y esprintando como pudimos entre las rocas encontramos las últimas 8 o 10 fitas hasta una de las cimas, donde tuvimos que cobijarnos tras una gran roca que nos cobijaba del viento, gracias a eso y que el viento era tan fuerte que llovía prácticamente en horizontal, paramos allí unos minutos a descansar.

Empezamos la bajada, el tiempo sigue igual, bajamos lo mas rápido que podemos, pero hay que ir con cuidado de por donde avanzar, ya que no vemos prácticamente nada. El principio es duro, vamos empapados, hace mucho viento y no para de llover, tengo frio en las manos y en los pies, y a pesar de que no paro ni de caminar ni de mover las manos y hacer ejercicios con ellas, no consigo calentarlas...pero me da igual, lo mismo que al resto, porque lo estamos disfrutando, bajando de una montaña que hoy si nos ha puesto dificultades, en la medida en la que podemos hallar dificultades en la serra de tramuntana.

De todas formas, lo vamos consiguiendo, aunque al llegar a la zona del collado mas bajo, que limita con la tuberia de Emaya, veo que nos hemos desviado un poco del camino ideal debido a la espesa niebla, pero da lo mismo, estamos perfectamente ubicados y no habrá problema para retomar el camino de vuelta.

Ya de vuelta a pocos metros del coche, deja de llover, una última pausa antes de sentarnos en el coche y oir a Mathias decir en ingles algo parecido a: "que divertido ha sido arriba cuando no nos podiamos ni levantar por el viento y la lluvia" cosa que arranca la sonrisa de todos, puesto que todos lo habiamos pensado y el puso la voz a aquel pensamiento.

Sin duda, volveremos a hacerlo.