lunes, 13 de junio de 2011

Ruta@En busca de "Voltors Negres"

"Voltor Negre" emprendiendo el vuelo a pocos metros de nuestra posición.

En previsión de que el fin de semana iba a estar cargado de compromisos, aprovechamos la tarde del viernes para salir a la montaña, en busca de algo un poco diferente a lo que solemos hacer normalmente.

Me paro en la carnicería para comprar algo de carne, pues hoy tenemos un claro objetivo, que es avistar buitres, bien negros o leonados, de los que habitan en nuestra sierra.

Una vez en la montaña, Joana "Barrancs" y servidor empezamos a subir por la finca pública de Son Moragues, donde las cuestas no es que se presten mucho a calentar poco a poco, sino a ir al 100% desde el principio, cosa que Joana y yo empezamos a notar rápidamente. Entonces llegamos al merendero y nos desviamos por el camino de la Serra dels Cairats, menos transitado y un poco más duro.

Durante la ascensión nos vamos fijando en si vemos buitres y efectivamente avistamos un par de ejemplares a no mucha distancia de nosotros, volando en círculos con ese aire de majestuosidad tan típico de los buitres. Nos animamos, su presencia facilita nuestros planes y eso nos llena de energías, así que seguimos y llegamos a la cima del Teix en aproximadamente 1h y 20 minutos, para seguidamente seguir hasta el teixot i dejar la carne allí, esperando que los buitres vengan a comer y los podamos contemplar desde cerca.

Dejamos la carne, nos alejamos a una grieta oscura desde donde se veía el emplazamiento de la carne y empezamos a avistar algún que otro buitre, revoloteando los alrededores de la carne, pero sin posarse en tierra...y entonces sucedió lo que no debía, llego una bandada de unas 60 o 70 gaviotas, que tomaron el lugar con sus gritos y su volar desordenado y caótico, destrozando toda la magia que podía haber en aquel lugar. Empezaron a pelearse, a despedazar la carne, y a tirarla por todo...la verdad es que el ruido era bastante insoportable y el espectáculo un poco lamentable.

Entonces nos dimos quenta de que habíamos fracasado, posiblemente por no haber sabido encontrar el grupo grande o principal de buitres, habiendo solo avistado un par esparcidos por aquí i allá como pequeñas gotas de agua en el suelo. Así que emprendimos la vuelta, por el camí de s'Arxiduc, llegamos a Puig Gros y antes de llegar al caragolí, en un plano del terreno, justo al lado de un acantilado, un grupo de aproximadamente 10 buitres negros, emprendieron el vuelo a escasos metros de nosotros, que nos quedamos petrificados por el espectáculo...

Cuando recobramos la marcha pensábamos que ese grupo debía ser el último que veríamos ese día, pero nada más dar 2 o 3 pasos otro grupo de 10 o 12 emprendieron el vuelo todavía más cerca de nosotros. Nosotros no podíamos ver donde estaban posados porque era un peñasco inaccesible desde nuestra posición y ángulo de visión, fue algo espectacular verlos emprender el vuelo tan de cerca. Ya totalmente satisfechos con la tarde, decidimos que la próxima vez que qusiéramos observar buitres teníamos primero que explorar la zona en busca del grupo y entonces dejar la comida, y no al revés. Seguimos por el camino y avistamos muchos de los buitres que habían emprendido el vuelo, ahora posados en salientes, rocas y crestas, siendo fácilmente visibles desde nuestra posición, aunque un poco alejados.

Y así, sin recordar el cansancio de la ruta que nos había llevado hasta allí, fue como acabamos llegando al coche de nuevo, tras unas 5h de caminata donde habíamos tenido de todo, momentos duros, decepción, sorpresa...

Esta semana más, pero diferente, aunque todavía no he decidido como